lunes, 4 de mayo de 2009

Posibles explicaciones al "deber" de entrar en la guerra

Pese a que como he mencionado anteriormente, ha prevalecido la idea de que los motivos de la intervención se debían al ataque a Pearl Harbor, no han sido pocos los historiadores que han teorizado sobre los verdaderos motivos de la intervención.
Este apartado tiene como objetivo ofrecer diferentes explicaciones a ese "deber", como sostiene De Niro en "El buen pastor", de entrar en la contienda.
Posibles explicaciones:

  • Estados Unidos debía apoyar a Gran Bretaña en la contienda ya que una eventual derrota de ese país habría ubicado a la banca de Wall Street en una situación muy difícil, dado que habría hecho irrecuperable la deuda contraída por Londres. La estabilidad del sistema financiero norteamericano dependía de que Gran Bretaña ganara la guerra.
  • Estados Unidos no podía "quedar afuera" de la guerra, es decir, históricamente se ha erigido (y actualmente continúa haciéndolo) como el garante de la libertad, como el defensor acérrimo de los derechos individuales y sobre todo, como el árbitro mundial. Por lo tanto, no podía no participar en una contienda de las características de la Segunda Guerra Mundial, fundamentalmente por el hecho de ser "mundial". Y sino lo hacían en aras de la paz, era para "hacer más pequeña" una "guerra grande" como sostiene el personaje principal de "El buen pastor"
  • Los motivos también pueden explicarse por causas internas: En los albores del ingreso de los Estados Unidos en la Segunda Guerra, doce años después del fatídico 24 de octubre de 1929, el gasto federal equivalía al 10% del PIB de los Estados Unidos. Más de 10 millones de personas, que representaban el 17% de la población activa, no tenían empleo. Roosevelt había incumplido todas sus promesas electorales y demostrado ser de poner fin a la crisis. La deuda nacional había crecido a casi 40 mil millones de dólares. El presidente necesitaba devolverle la moral a la población pero su principal objetivo era "distraer" a la opinión pública, y una guerra era la mejor forma de hacerlo.
  • Participar en la contienda fue perseguido mediante diferentes modos por Estados Unidos pero más interés tenía su presidente en la participación del "reparto" que se produciría una vez acabado el conflicto.La Primera Guerra Mundial le había servido de experiencia para corroborar los beneficios que obtendría como país vencedor. Se interesó por el reparto territorial pero también por una plena participación en las conversaciones de paz como auguradores de un nuevo orden mundial, en el que Estados Unidos debía participar. Hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, que había crecido a un ritmo del 10% anual en su PIB, concentró un cuarto de producto bruto mundial y militarmente, sobre un total de 50 divisiones, 43 se encontraban fuera de Estados Unidos.
    La situación obligó a Estados Unidos a imaginar, conforme las circunstancias, los esquemas que el nuevo mundo debía presentar hacia la finalización de la guerra; intentando al mismo tiempo afianzar el poder que había alcanzado durante el conflicto. En esta dirección se fijaron las bases de un nuevo orden para el período posterior a la guerra, institucionalizando en organismos y acuerdos internacionales, entre ellos:
    GATT (Acuerdo General de Tarifas y Comercio) para el comercio; BANCO MUNDIAL, para establecer las bases del desarrollo económico y la ayuda a la reconstrucción; ONU (Organización de las Naciones Unidas) para establecer las líneas políticas y de seguridad; FMI (Fondo Monetario Internacional) y SMI (Sistema Monetario Internacional), para las finanzas y la moneda internacional.